Una sola decisión puede alterar el curso de mi vida...el curso de la historia...Un cruce de caminos en el que tomo una decisión que ya es inmutable..que condiciona mi destino...Y luego,¿qué?¿Cómo saber que es lo correcto?¿Cómo saber que la decisión fue la adecuada?Pues no puedo....Quizá con el tiempo un día lo vea claro.¿Recordaré lo que costó tomarla?¿Recordaré por qué lo hice?¿Fui consciente de estar dando un giro, radical o no,a mi vida?
Uno llega al mundo,y empieza a decidir.Quizá al principio es el instinto de supervivencia lo que decide por nosotros.Pero después somos nosotros los que decidimos,queramos o no.No podemos vivir pensando que hacemos lo que nos dicen los demás,porque somos nosotros los que decidimos llevar a cabo nuestras acciones.No podemos justificar nuestros errores basándonos en que no nos quedaba otra opción, porque quedaban cientos, miles de ellas. No podemos vivir con la idea de que nuestra decisión, acompañada de acción, no tiene consecuencias, porque cada paso que damos remueve las entrañas del universo, lo crea, lo modifica.
Ser consciente de las decisiones es difícil. Y digo ser consciente de verdad. Ser consciente de por qué eliges algo, de su verdadera razón de ser... Ser conscientes de si trabajamos por los deseos del corazón o nos dejamos llevar por la apatía.. Ser conscientes de que seremos libres cuando descubramos las ataduras de la mente...Ser conscientes de que cada decisión,consciente o no,marcará un antes y un después en nuestra vida...y que de nosotros depende ,en gran medida,hacia donde queremos dirigirnos..