5.4.05

Recuerdos


Photo by Ale=)

Hace poco estuve en un pueblecito de Levante en el que he pasado algunos de los veranos más especiales de mi vida.
Uno crece y, al crecer, a veces se pierde la magia que antes encontrabas en las cosas más simples. Los helados ya no están tan ricos, ni la playa es tan enorme como tú soñabas, ni los castillos de arena no duran eternamente.
Y sin embargo, la esencia de la magia se mantiene. Está el aire, el mar y el cielo. Está la paz del silencio...El olor de la sal en tu ventana…Los colores de la brisa. Está el hombre de los helados, que te transporta a un tiempo hermoso de utopías realizadas...

“Acercarse a un charco de agua dejado por la lluvia, en él, el reflejo de una aparición sumergida y la caída de la luna de invierno. A última hora de la noche, todavía repica una campana en la distancia, en mi evasiva memoria, flotando sobre la ola. Súbitamente, el crepúsculo ha caído. ¿Cuándo cayó? No lo sé”-Paul Kwan-

2 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Entiendo lo que sientes, a mí me pasa lo mismo cuando en verano vuelvo a la playa. Y parece mentira que al observarlo todo con los sojos de la niñez, te des cuenta de lo mucho que echa de menos a veces esos tiempos. Cuando tan sólo un helado te hacía sonreir o conseguir realizar una fortaleza en la arena te hacía creer que podías conseguir cualquier cosa... Los recuerdos son bonitos, también mágicos como dices... Y nostálgicos.

6/4/05 13:29  
Anonymous Anónimo dijo...

A veces pienso que llevo la magia en la cabeza pues en múltiples ocasiones me siento como un niño. Espero seguir siéndolo, los adultos son la encarnación del mal. O quizás los niños sean el némesis de la humanidad. Dicho así parece algo siniestro pero en realidad es muy bueno.

Pero sí, todos hemos sentido eso alguna vez, ya no de un lugar, quizás de un antiguo juguete o al contemplar una vieja fotografía. Dicen que todos lelvamos un niño en nuestro interior. Si esto es cierto, debe de ser en esos momentos en los que se pone a chillar de alegría, a correr en círculos y a mancharse en el barro al descubrir algo familair, algo que aun pertenece a su mundo. Su MUNDO, que está en peligro pues los adultos intentan destruirlo y llevarlo al suyo, mucho más gris y estéril. Manten la alegría niño, tu espíritu es inmortal.

19/4/05 19:40  

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