31.7.05

Una historia más de una persona cualquiera

Por primera vez en mucho tiempo, sonrió. Sonrió sin miedo, con ganas, de verdad. Sonrió a la vida y sonrió a su mortalidad. Por primera vez se sentía realmente libre. Por primera vez se sentía sincera consigo misma, honesta con sus propios sentimientos. Por primera vez... por primera vez, soltó las ataduras de su cuerpo,y liberó su mente de los tabúes prohibidos que ella misma marcó a fuego en su alma. Por primera vez ella era la única dueña de si misma. Por primera se entregó a la vida con todas sus consecuencias. Por primera vez, desechó los tabúes sociales que limitaban su capacidad de ser y sentir al límite.

Por primera vez, pudo escribir algo que fuera sólo para sí misma. Su nota de suicidio.

Porque, por primera vez, no quería sucidarse.

23.7.05

Sentimientos más allá de toda forma de expresión


No hay palabras.No hay ninguna imágen,ningún sonido,nada que me permita expresar lo que me haces sentir cuando estoy a tu lado.
Sólo puedo decirte que te quiero y que gracias a ti los días grises son menos grises y los luminosos se llenan de miles de matices que dan un color más especial al mundo. Gracias por existir,por estar,por quererme.Dure lo que dure,tan sólo uno de los minutos pasados junto a ti compensa lo demás...

18.7.05

[...]

...defender la alegría de la Química Orgánica...

17.7.05

Defender la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas.

Defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos.

Defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias.

Defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres.

Defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa.

Defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar y también de la alegría.
-Mario Benedetti,"Defender la alegría"-

11.7.05

Reencuentro

Qué sabor agridulce tienen los reencuentros. Seis años sin saber nada de ti, amiga, y un encuentro casual une de nuevo nuestras vidas por un instante. Recuerdos lejanos que miramos con una sonrisa, un cambio tan grande que apenas nos reconocemos. Dos vidas tan diferentes las que llevamos. Y sin embargo, nos siguen uniendo las mismas cosas. Nuestras diferencias.

Nos contamos nuestras vidas resumidas en lo que somos ahora, vemos fotos de estos años separadas y un sentimiento de melancolía se me clava sin querer, como una espinita, justo al lado de ese adiós que no pudimos decirnos.

En el fondo…en el fondo no somos tan diferentes, amiga mía. En el fondo cambiamos las dos, cambiamos tanto que conseguimos diluir la esencia de lo que fuimos… pero no lo suficiente.

Resulta que sigues de aquí para allá, recorriendo el mundo, esta vez por decisión propia. Sigues siendo la niña misteriosa de siempre. Con tus enredos y tus mundos de fantasía, consiguiendo de mí esa sonrisa de admiración que solías provocarme. Sigues perdiendo todo lo que cae en tus manos, con esa cara de despistada que tanto me divertía. Sigues siendo tú, mi amiga de infancia. Por mucho que lo disimules entre maquillajes de palabras enrevesadas y locuras. Sigues haciendo creer que tienes el mundo bajo control. Pero en el fondo… en el fondo sigues buscando tu puerto como naúfraga en la noche. Viviendo el viaje a tu manera. Disfrutando del naufragio. Y llorando a escondidas cuando crees que nadie te ve.

En el fondo, no has cambiado nada. Y yo tampoco… ¿O sí?

9.7.05

Despertar


Photo by Ani Trone

Ya basta. Ya está, ya estoy harta.

No más lloros, ni vacíos ni ahogos.

Ya está suficientemente derruido el mundo como para derruir yo más el mío, como para contribuir a aumentar esa gran bola de energía negativa.

Ya basta de contemplaciones y de esa sensación de estar muerta. Porque no lo estoy. Estoy viva.

A veces las cosas no son ideales, no ocurren como se supone que deberían ocurrir. Y es entonces que ponerse las gafas de lejos ayuda a mirar con perspectiva. Y cambiar el color del cristal, a cambiar la actitud con que se mira.

Hace algo más de año y medio me sucedió algo que dio un giro a mi vida. Que me impulsó a dárselo definitivamente. Un casi-final que marcó el inicio. Me hice una promesa a mi misma que estaba empezando a romper. Sin engañarme, eso sí. Pero sin detener la hecatombe, la podredumbre de mi alma…

No se trata de negar lo que siento, porque eso es no aceptar lo que es y no puede llevar a nada bueno. No se trata, tampoco, de juzgarme porque es realmente inútil, sólo sirve para hacerme más daño, sin sentido - que otra cosa es el comprender…

Se trata de observar, de aprender de mis errores, madurar parte de esas actitudes que (me) dañan sin sentido y sin motivo y ver que cosas puedo mejorar para ser yo más feliz y para hacer feliz a los demás.
Se trata de sentir la vida, de vivirla. De aceptar.

A veces el infierno, aquel del que no sabía si había llegado a salir, se hace presente con todos sus demonios porque yo me dedico a invocarlos, sin querer.
Pero ahora que sus voces callan por unos instantes, no voy a dejar que sigan infectándome el alma. Han ganado algunas batallas, quizás. Pero no ganarán la guerra.

Resulta paradójico que mi peor enemiga sea yo misma. Voy apañada si sigo así. No puedo seguir tan autodestructiva. Tengo que reaccionar. Estoy reaccionando. A sonreir, pero de verdad. A ser feliz, pero en el fondo del alma. A disfrutar de todas las cosas buenas que tiene la vida.
A mantener el equilibrio.
A encontrarlo.
A intentarlo al menos.

7.7.05

Terroristas de la vida

Qué hijos de su puta madre. Con perdón. A lo mejor sus madres no eran putas. Y si lo eran, no tenían que saber las pobrecillas los cabronazos que iban a traer al mundo.

Hitler era un hijo de puta. (Con todos mis respetos para los neonazis que me lean, o pro-fascistas o como queráis autodenominaros, una persona que se dedica a idear y liderar un genocidio masivo es un hijo de puta, no un gran líder político. Tenía carisma, tenía una magnífica potencia, pero no supo desarrollarla hacia algo constructivo y se volvió un loco desalmado, un líder de la muerte).
Los etarras que piden en nombre del pueblo vasco la libertad son unos hijos de puta. De entrada, ¿Cuando hablan de libertad e independencia no confundirán términos con terrorismo y poder?¿REALMENTE saben lo que significa esa palabra, LIBERTAD, y esa otra, INDEPENDENCIA? En su sentido HUMANO. En el único sentido que tiene algún sentido.
Los integristas islámicos que dicen hacer la Guerra Santa son unos hijos de puta. Con todos mis respetos a los practicantes del Islam, es tan condenadamente absurdo matar en nombre de Dios, del que sea, defendiendo “la vida en el paraíso”-en el que sea-es tan absurdo morir en nombre de la muerte…

Indignante, absurdo, cruel. La nueva epidemia del siglo XXI no es ni una peste, ni una gripe ni un problema en las cosechas. Frente a eso, el hombre ha aprendido a combatir. Ha descubierto vacunas, curas, nuevas formas de obtener recursos.

¿Pero qué queda frente a la prepotencia humana? ¿Frente a la locura del poder? ¿Frente a la avaricia?¿Frente a la intolerancia?¿Frente a unos ideales vacíos que creen ser justificación suficiente para decidir quién ha de morir?

La única idea por la que merece la pena morir es la propia vida. Y está clara la contradicción que eso supone…

Ni esa falsa libertad por la que ciertos dirigentes conducen a un pueblo manipulado y asustadizo a una guerra injusta, como todas. Ni esa falsa idea de dios que unos cuantos integristas alegan para la guerra santa. Ni esa falsa independencia que defienden unos terroristas que ni siquiera creen en lo que hacen.

¿De qué sirve que una parte de la humanidad se dedique a buscar como salvar al género humano, si la otra sólo se empeña en destruirlo? ¿Qué sentido tiene buscar vida en el universo, si no somos capaces de cuidar nuestro propio reducto?


Hoy lloro,por los muertos de Londres..
Y por los del 11M.
Y por los del 11S.
Y lloro por los miles de muertos que hoy dejará la malaria en el mundo, existiendo vacuna pero no usada porque es muy cara.
Lloro por los milllones que dejarán las guerras en países sin nombre. Que lo tienen, claro que lo tienen, como cada una de las vidas que hoy serán sesgadas. Pero aquí en nuestra sociedad esos nombres están tan lejos, que no importan…
Lloro por todos y cada uno de los muertos que han dejado y dejarán los terroristas de la vida, llámense integristas, etarras, políticos corruptos…

La Tercera Guerra Mundial empieza a gestarse. Empiezan a rugir de fondo los primeros perros de la guerra. Y quizá no sea con misiles nucleares. Quizá, al paso que vamos, ni harán falta. La humanidad cada vez más deshumanizada se bastará y sobrará ella solita…

5.7.05

[I]


Si queréis leerlo mejor(o leerlo sólo xD), pinchar sobre la imagen y descargaros el tamaño grande;)

3.7.05

Tres de Julio

3 de julio de 1986.Un gran día. ¿Qué tiene de especial?

( redoble de tambores…)

( otro redoble de tambores)

¡Se otorga el título honorífico de «Fiesta de Interés Turístico Regional» a los «Carnavales de Cabezo de Torres» (Murcia)!

No…eso no era…espera espera …

¡!NACISTE ¡!

Viniste y llenaste el cole de travesuras y a las monjas de ays y oys…
Viniste y tu aura de carisma te convirtió en guía espiritual de varios lokos..
Viniste a llenar el mundo de tus ganas de vivir, de tu alegría, de tus sonrisas y tus locuras….
Viniste a ser feliz y a hacer feliz a todos los que formamos parte de tu vida…


Viniste y cambiaste el curso de la historia…al menos, el curso de mi vida.
Gracias y muchas felicidades=)

Que cumplas muchos años más, llenando, como haces, los años de vida, y no la vida de años…

Mil besos y 19 tirones de oreja.

2.7.05

Palabras

A veces las palabras duelen. Tanto el decirlas, como el recibirlas. Y la cosa es que no se pretende hacer daño. Yo, al menos, cuando he dicho eso que siento, no pretendo hacerte daño. Ni hacérmelo a mí. Y sin embargo nos duele a los dos.

¿Solución?


¿No decir nada? Así por lo menos no te hago daño a ti. Pero viviríamos una mentira. Y no soporto esa clase de mentiras. No me gustan las relaciones falsas con la gente que me importa tanto como tú.

¿No sentir así? No puedo negar lo que siento. No puedo porque en el fondo de mi alma lo siento así, y negarlo sólo hace que se descontrole todo mucho más. Que me descontrole mucho más.

¿Buscar otras palabras? El mensaje es el mismo, y lo que duele es ese mensaje. No tengo más palabras en este momento. Y gracias a que encuentro algunas.

¿Buscar otro momento? El momento fue ya, sí. Y fue el momento de sentirlo así, y utilicé unas palabras mucho más ardientes, mucho más dañinas, para ambos. El problema es que el momento pasó y sigo pensando, y sobre todo sintiendo igual. Y sigo sin ver salida.

No vas a leer estas palabras. Las escribo para algún día, quizá, comprenderme. Para recordar esto y no olvidarlo. Para aprender de mis errores e intentar no repetirlos. No las vas a leer porque no quiero hacerte más daño. Y no quiero hacérmelo yo.

O quizá si las leas, si decido que te pueden ayudar a entenderme, Y entonces quizá te hagan menos daño. Y a mí.

Lo siento. Y te quiero.