La luna llena.Cuento macabro IV
Miro la luna llena y sin poderlo evitar me acuerdo de ti. No conozco muchas más mujeres-lobas que se transformen en la noche hasta ese punto... En aquel preciso instante comprendí que ponerle los cuernos a mi mujer no era la mejor terapia para solucionar nuestros problemas.
Me podía destrozar el corazón con sus mentiras, pero al menos nunca lo había hecho tan literalmente como hiciste tú aquella noche.
Supongo que me busqué yo mismo acabar así, sin bazo, con una cicatriz de pecho a espalda y condenado a la desdicha de la luna: la soledad eterna...
Bueno,por lo menos fui feliz contigo mientras duró. El que no se consuela es porque no quiere.
Me podía destrozar el corazón con sus mentiras, pero al menos nunca lo había hecho tan literalmente como hiciste tú aquella noche.
Supongo que me busqué yo mismo acabar así, sin bazo, con una cicatriz de pecho a espalda y condenado a la desdicha de la luna: la soledad eterna...
Bueno,por lo menos fui feliz contigo mientras duró. El que no se consuela es porque no quiere.
2 Comments:
¡Este cuento tiene moralejas!
Por ejemplo: Si quieres conservar tu bazo, no pongas los cuernos ... al menos no con una mujer-loba.
Ahí, ahí está la moraleja xD
También valdría: "Si quieres mantener tu corazón intacto, no juegues con él.. al menos que no lo haga una mujer-loba"
Muaksss.
Publicar un comentario
<< Home