El día de hoy.[Relato]
Hoy me intoxiqué con el tolueno por estar distraída. Digo yo que ese dolor de cabeza vendría de allí, al menos se salvan los peces del Manzanares porque se me ha caído por toda la mano. Pero no ha dolido ni nada, no como cuando se cayó la sosa...
Y lo más útil que aprendí hoy es que la crema de champiñón lleva curry, y que Alexa es alérgica al curry, y que no es bueno estar a su lado mientras lo come porque acabas por ponerte tu peor que ella de verla tan hinchada y llena de ese liquido indefinido en su plato, recien salido de su estómago.
Y... hoy en la biblioteca el señor mayor que estudia no-se-que en la UNED se quedó dormido al lado mío, el pobre, por lo visto tiene dos empleos y sólo esa hora para estudiar, y claro, yo no sabía si despertarlo o no porque se le veía tan relajado...
Claro que cuando se puso a roncar y la gente pensaba que era la hormigonera de la calle, ya creí conveniente darle un ligero golpecillo. El hombre se ha despertado todo azorado y se ha puesto rojo como un tomate. Yo he hecho como que le he dado sin querer para no ponerle más nervioso... al fin y al cabo, sólo yo sabía que no era la hormigonera.
Y... que cuando hacíamos cola para comer, el chico ese tan guapito de cara y tan gilipollas perdido le ha dado un bono falso a la camarera, y es tan listo el chaval que era de otro color y con el mismo número que el amigo de delante. Y la camarera se ha pillado tal mosqueo que le ha dicho que no le vendía la comida hoy. Y la mujer se ha quedado tan triste que ni ha intentado ligar con Diego, ni nos ha puesto esa sonrisa suya ni nos ha dicho eso de aprovechar vosotras, que los años no perdonan.
Y nada... la la la... que tengo sueño... la la la... que te echo de menos... la la la... que para variar llegué tarde a clase porque -y te prometo que esta vez es cierto,no, de verdad de verdad que no me he dormido, ¡para un día que madrugo a mi hora!- el metro se paró veinte minutos.
Y lo más útil que aprendí hoy es que la crema de champiñón lleva curry, y que Alexa es alérgica al curry, y que no es bueno estar a su lado mientras lo come porque acabas por ponerte tu peor que ella de verla tan hinchada y llena de ese liquido indefinido en su plato, recien salido de su estómago.
Y... hoy en la biblioteca el señor mayor que estudia no-se-que en la UNED se quedó dormido al lado mío, el pobre, por lo visto tiene dos empleos y sólo esa hora para estudiar, y claro, yo no sabía si despertarlo o no porque se le veía tan relajado...
Claro que cuando se puso a roncar y la gente pensaba que era la hormigonera de la calle, ya creí conveniente darle un ligero golpecillo. El hombre se ha despertado todo azorado y se ha puesto rojo como un tomate. Yo he hecho como que le he dado sin querer para no ponerle más nervioso... al fin y al cabo, sólo yo sabía que no era la hormigonera.
Y... que cuando hacíamos cola para comer, el chico ese tan guapito de cara y tan gilipollas perdido le ha dado un bono falso a la camarera, y es tan listo el chaval que era de otro color y con el mismo número que el amigo de delante. Y la camarera se ha pillado tal mosqueo que le ha dicho que no le vendía la comida hoy. Y la mujer se ha quedado tan triste que ni ha intentado ligar con Diego, ni nos ha puesto esa sonrisa suya ni nos ha dicho eso de aprovechar vosotras, que los años no perdonan.
Y nada... la la la... que tengo sueño... la la la... que te echo de menos... la la la... que para variar llegué tarde a clase porque -y te prometo que esta vez es cierto,no, de verdad de verdad que no me he dormido, ¡para un día que madrugo a mi hora!- el metro se paró veinte minutos.
Bueno. Eso ha sido lo más destacado del día de hoy. Como ves, como siempre, pero no me quejo. Pero he aprendido a no comer cerca de Alexa si hay curry. Creeme que no tiene precio...
¿Y tú? ¿Cómo te va? ¿Ya has hecho amigos nuevos? ¿Quién acertó, tú o yo? ¿Hay algo comparable a saborear el chocolate?
Quedaste en decirmelo y aún espero respuesta...
Sí...lo se. No contestarás. Acerté yo, y no quieres reconocerlo. Mira que eres cabezota.
Ah, por cierto, volvieron a llamar los del banco de órganos, por lo visto querían agradecer que hubieras donado tu corazón, y que me llegará una carta de agradecimiento del donado, anónimo como se acordó. Te prometo que en cuanto llegue, te la llevo en vez de esas flores que se ponen tan pochas.
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