Anestesia y pinchazos

El hospital siempre me pone nerviosa. Pero si encima voy a un preoperatorio, ya es que me saca de quicio. Y mira que no es para tanto. Y mira que yo respiro hondo y todas esas cosas que dicen que relajan, pero a mi lo único que me hacen es respirar más rápido porque se me sale el aire del pecho,y el corazón.

Me hacen firmar un papelito dando mi consentimiento para la anestesia. Lo empiezo a leer (no me gusta firmar sin leer, no sea que firme mi sentencia de muerte y ni me entere) y el médico me mira con cara sarcástica - qué, si da igual, da igual lo que diga, si no te queda otra que echar la firmita- A todo esto, yo llena de electrodos -parecían ventosas succionando mi alma -

Luego las agujas ...buf... si ya debería estar acostumbrada... si fueron 95 pinchazos contados - tuve tanto tiempo y pude hacer tan poco - (y sólo19 de morfina, una lástima, ya que duele, al menos que compense... y no, no soy morfinómana ni nada de eso, drogas fuera, son un mal rollo, fue por prescripción médica - en un país de locos - )

En fin... que yo se que tampoco es para tanto, pero que diantre, para mi sí lo es, más que por lo que es en sí mismo todo eso, por los recuerdos tan dolorosos y angustiosos que trae, por el olor aséptico que me revuelve el alma - joder,hasta el azúcar parece un medicamento, sólo le falta el "manténgase fuera del alcance de los niños"-, por la ansiedad de la espera y por todas esas cosas de la anestesia que he leído en el papelito - debería haber hecho caso al médico y firmar sin leer-

Es que no quiero ni imaginar el día de la operación... Menos mal que los médicos y enfermeras españoles suelen ser realmente encantadores, amables, y buenos profesionales. Al menos, cuando te van a pinchar te lo avisan. De verdad que quiero dar las gracias a toda la gente amable que hay por el mundo... muchas veces, en vez de tanta morfina, calma mucho más el dolor una sonrisa. Al menos el del alma.